lunes, 19 de octubre de 1992

DE PELOTEROS Y PELOTEADOS

Por: José Nelson Mármol M.

Casi son los mismos. Son contados. Inclusive, a veces, los dedos de las manos llegan a sobrar cuando alguien falta al semanal encuentro, en la plaza de "La Banda".

En más de una oportunidad, yo mismo -que hasta hace poco nada sabía de las chazas, de las tornas y de los saques, sino solo cómo se pronunciaban, y que algo tendrán que ver con aquel puñado de veteranos que no han dejado morir del todo a este deporte tan nuestro-, me he sentido peloteado cuando los peloteros no completan el cuorum mínimo para hacer de la tarde no solo deportiva, sino también la ocasión para abrir esa ventana del recuerdo, la broma y la picardía, y el momento propicio para la conversación, el comentario y la crítica sobre los aspectos más variados del vivir local y cantonal.

Debo confesar que desde cuando descubrí que en estos encuentros deportivos de fin de semana se amasa no solo esa amistad añeja de los peloteros, sino que, además era una exquisita fuente en donde algo se conoce del ayer y hoy de nuestro pueblo, procuro no estar ausente fin de semana alguno, aunque no sea solo para verles jugar y participar, de alguna manera, de la natural preocupación que sienten cuando ven que la vida de nuestro pueblo es la misma o peor que la de Macondo, del Gabo.

Y así, entre chaza y chaza, torna y torna, saque y saque, o cuerda y cuerda, semana a semana he aprendido que para ganar el partido hay que poner un algo de reciedumbre y coraje, iniciativa y firmeza, pero sobre todo voluntad y perseverancia, para que la victoria no sea solo el anhelo sino su concreción; para pasar de las palabras a los hechos, mucho de lo cual, al parecer, sigue ausente en estos seis primeros meses de gestión municipal. Todavía no se logra pasar del ofrecimiento abundante de campaña a las acciones sostenidas que todos esperamos, y el discurso sigue siendo lo que es, discurso.

Mucho ruido y pocas nueces, diría la sentencia popular. Asiento que el estado en que pudo haber encontrado la Administración municipal actual, de su antecesor, pudo ser algo más que desastrosa, y que los recursos económicos sigan siendo escasos, que mantengan atadas las proyecciones formuladas por sus personeros, pero seis meses si es tiempo suficiente para que, al menos, se haya podido concretar aquel tan trillado propósito de concertación, del que tanto se ha hablado, pero que hasta ahora no he tenido conocimiento se haya convocado, como un mecanismo de búsqueda-hallazgo de las soluciones a nuestros problemas.

La historia sigue haciéndonos incontables chazas, y hasta hoy no somos capaces de ganar una sola. No cabe duda que seguimos peloteados.

¿Dónde está el rescate cultural, la educación popular, la información, el trabajo comunitario? Bien gracias.

martes, 8 de septiembre de 1992

CON NUEVO RUMBO

Por José Nelson Mármol M.

Será difícil que logremos recuperarnos de tan diabólica pesadilla, pero debemos intentarlo.

"Por la plata baila el perro, y por el oro perro y perra", me recuerda la sentencia popular, tan sabiamente aplicada a aquel desbordamiento de riqueza y poder que invade a quienes se dejan encandilar por el brillo del dinero, sin importarles que por ello tengan que vender su alma al diablo.

Eso, exactamente, me parece ha cegado a todos quienes no dudaron invertir en la más millonaria campaña electoral que el país tenga memoria, para llevar a Don Sixto a la presidencia de la república, y a los empresarios al poder, quienes sin la más mínima gota de escrúpulo, y menos aún piedad cristiana, se ensañaron, el pasado cuatro de septiembre, echando la soga al cuello de los ecuatorianos con el, así llamado, paquetazo, con el que, a la vuelta de la esquina, quieren tan solo cobrarse la primera cuota de esa jugosa inversión.

Aunque, ciertamente, muchos advertíamos lo que pasaría con nuestra, de por sí, maltrecha economía, al ponerse en vigencia, como se pusieron, las recetas más soñadas de todos los terroristas económicos, liderados por quienes organizan económicamente al mundo, en el FMI, Banco Mundial, Club de París, y sus más disciplinados discípulos en nuestra ínsula, no creíamos -al menos digo por mi-, que el nuevo rumbo anhelado por el gabinete empresarial que, al parecer, domina la voluntad que pueda tener Don Sixto, sea la de llevar a nuestro iluso pueblo a la tumba.

Así paga el diablo a quienes les sirven, pues, las medidas, desmedidas, lograrán, a no dudarlo, disminuir la pobreza, como sueña Don Sixto, porque el infernal recetario no puede tener otro propósito que el de matar a los miles, sino millones, de pobres de nuestra olvidada Patria; mientras tanto, en la paila donde se fraguaron las medidas, estarán festejando, a más no poder, quienes, con seguridad, creen son los únicos que tienen derecho a vivir, y usufructuar la riqueza por Dios puesta para todos.

Los hechos están consumados, y el resto nos llegará por añadidura, si no ejercemos nuestro derecho a despertar de la pesadilla.


Tabacundo, 8 de setiembre de 1992

lunes, 31 de agosto de 1992

POSITIVO ENTUSIASMO

Por: José Nelson Mármol M.

La actual Administración Municipal inició sus gestiones el pasado 10 de agosto, y a los pocos días de ello, a más de realizar los reajustes necesarios en la administración seccional -como, según conozco, viene ocurriendo- , debía enfrentar también uno de los retos, que bien podría convertirse en el termómetro para que la ciudadanía cuantifique y cualifique la decisión de trabajo que ofrecieron los nuevos ediles y el presidente del ayuntamiento mismo: La organización de un buen programa de festividades de la Cosecha y del aniversario cantonal, que dicho sea de paso ha dejado mucho que pensar en los años precedentes.

Eso, al parecer, ha sido ya comprendido por el actual cabildo, y resulta halagador el hecho de que se haya dado la preocupación debida a este capítulo de la vida cantonal de nuestro pueblo. El concejo en pleno ha delegado las responsabilidades de coordinación de las festividades de La Cosecha y de cantonización al señor concejal Eduardo Avilés, quién, por referencias de los mismos ediles y de varios directivos de los barrios y organizaciones que participarán activamente en las diversas programaciones, está desplegando los esfuerzos necesarios y está entregando todo el dinamismo y entrega personal para lograr que estas próximas festividades se revistan de la categoría que por muchos años ha sido la gran ausente en nuestro cantón.

Huelga decir que es muy positivo este entusiasmo que se advierte en lo que a organización se refiere, porque cuando desde el Comité Central de Fiestas se demuestra interés y trabajo por hacer las cosas que se deben hacer y que son necesarias, también, por cadena, se consigue un efecto multiplicador que, creo, se ha logrado en los diversos entes sociales de nuestra colectividad. Es estimulante conocer que, al momento, se manifieste con acciones el compromiso de los barrios, organizaciones culturales y deportivas, e instituciones privadas y públicas de trabajar mancomunadadamente con el ayuntamiento para dar al país la verdadera imagen de un pueblo emprendedor y progresista, como la historia nos da cuenta.

Ahora, solo resta esperar que esta efervescencia, que se aprecia en la organización de nuestras fiestas aniversarias y de la Cosecha, no sea únicamente momentánea; hagamos el compromiso de entregar de manera permanente nuestros mejores esfuerzos, ideas y capacidades para que, de a poco, el suelo que nos vio nacer sea también el que guarde en su seno una placa en la que quede el testimonio perenne de nuestra acción positiva y abnegada.
Tabacundo, 31 de agosto de 1992

miércoles, 19 de agosto de 1992

DE ACTORES Y DESPEDIDAS...

Por: José Nelson Mármol M.

Como un eco interminable sigue rebotando en su mente, lo que en más de una oportunidad perturbó su sueño.

La impaciencia se dibujaba en su rostro; su caminar pausado, de a poco, se iba tornando apresurado. Una y otra vez se frotaba las manos y alzaba su mirada al cielo raso del pasillo por el cual pasaba todos los días; de rato en rato llevaba nerviosamente sus manos a la cabellera, que por el viento característico de la temporada apareció enredada, y mordiéndose suavemente el labio inferior, dejaba escapar un hálito de su furia reprimida. Pensaba en todo cuanto le habían criticado sus vasallos, en los cuatro años que duró su reinado.

-Pero muy pronto me oiréis todos quienes os habéis atrevido a comentar mis decisiones y el haberos convertido en defensores de todos los plebeyos de este reino, dijo para sí. Y acto seguido, con una actitud de triunfo blandió su brazo, simulando dar un golpe en una invisible mesa; al parecer, una iluminada solución transformó su ser, pues, al instante, en su preocupada expresión se dibujó una débil sonrisa.

Convocó a sus íntimos de palacio; a los plebeyos, quienes por vivir muy alejados no conocían lo que habría hecho en su reinado; y, por supuesto, al nuevo rey -quien luego le reemplazó el 10 de agosto de este agitado verano.

El 25 de julio fue el día. Hubo un programón, con banda de músicos, risas y sonrisas; discursos iluminados y opacos; con presupuestos y ordenanzas; felicitaciones y medallas; comilona y vino. Hubo de todo, inclusive se transmitió por una emisora vecina.

Fue como una presentación de teatro que constó de dos actos y varias escenas; el protagonista principal quiso ser el rey de Cundistab, quien, aunque a ratos aparentaba nerviosismo en sus gestos, demostraba satisfacción porque sus cortesanos actuaron bien y dijeron lo maravilloso que ha sido trabajar en palacio; se quejaron por la incomprensión de la plebe a los latigazos que con ternura asestaban; intentaron explicar el porqué el agua que no hay, la luz, y los catastros deben ser caros -aunque no dijeron ni una palabra de los carros chocados y otras maravillas que la gente hubiera querido oír.

Ya al despedirse, el rey alzó su voz y, blandiendo su mano con coraje, dijo: A pesar de las vicisitudes, de vuestras críticas, pasquines y panfletos; a pesar de vuestras campañas sucias y cobardías, de vosotros plumíferos y timoratos que no dais la cara, he trabajado por este pueblo intrínseco, dejando al preludio que nos juzguéis o no. Hizo una venia y se fue. Mientras los invitados con un gesto de desconcierto se vieron unos a otros, esbozaron una muy liviana sonrisa y también abandonaron el palacio.
Tabacundo, septiembre,1992

Tras la lucha, el triunfo

Por: José Nelson Mármol M.

Siete años dice Amilcar haber luchado para conseguir el triunfo.
Luego de recibir la credencial de parte del Tribunal Electoral de Pichincha, el flamante presidente de nuestro cabildo dijo que ahora "asumimos el compromiso inquebrantable de no defraudar a los sectores mayoritarios que son los pobres..."

En un extenso diálogo, Amilcar expresó que el triunfo es el producto del permanente contacto que ha mantenido con los campesinos e indígenas.

QUIERE EL CAMBIO

"Queremos impulsar el cambio; sabemos que la tarea es dura y difícil, que va a demandar un alto grado de concentración y ayuda de todos quienes quieren a nuestro cantón", es la propuesta esperanzada de quien aspira "hacer un Municipio participativo, democrático, comunitario, sin trincas ni tronchas", y para lo cual dice que va a "convocar a todos los sectores que quieran trabajar en beneficio de nuestro pueblo".

LOS PRIMOS CONVERSAN

La continuidad del cordón familiar será la característica en la próxima administración. Días previos a la "transmisión del Poder", los primos conversaron para conocer los detalles de lo que será el inventario de entrega recepción de lo que se ha hecho o no en el Cantón. Es positivo este encuentro "porque no solo a nivel nacional hay que civilizar la política, sino también en nuestro cantón", señala nuestro entrevistado.

Dijo que su gestión no será de "continuismo sino de continuiudad" a las obras inconclusas, con decisión y firmeza.

Fue cauto al evaluar el trabajo de la administración saliente. "Ha cumplido en ciertos campos y ha fallado en otros", dijo lacónicamente. Luego agregó que lo "mas destacado ha sido la culminación de la carretera Tabacundo-Cajas", así como los trabajos de adoquinado, mientras que ha fallado en los trabajos de elctrificación, "Creo que allí está el talón de Aquiles", enfatizó.

Al referirse al agua potable, manifestó que la Administración saliente "ha hecho esfuerzos, pero no los suficientes para mantener duradera la red" y garantizar el servicio a la población de todas las parroquias, pero sobre todo a Tabacundo.

Pero en nuestro pueblo no hay solo un talón de Aquiles; en la red vial tampoco se ha trabajado lo suficiente, según Amilcar, aunque dijo que conoce que "recientemente se ha firmado un contrato para empedrar la carretera de Jerusalén a Malchinguí, con lo cual no estoy muy de acuerdo porque hay que hacer un mejor afirmado para que esa carretera preste un mejor servicio". Otra falla, en criterio de Amilcar, estuvo en "la organización administrativa, debido, seguramente, a una fuerte oposición que tuvo en los dos primeros años; no hay planificación, todo se hace al azar, y eso no puede ser. Nosotros crearemos un departamento de planificación", sostiene.

DE OBRAS, OFERTAS Y PERSONAS

"En la medida de lo posible, nosotros cumpliremos con todas las ofertas de campaña; crearemos un departamento de planificación, otro de Educación y Cultura, y que éste tenga una cierta vinculación con prensa, información y relaciones públicas. Queremos hacer todo planificada y científicamente, y para esto será necesario instalar un centro de cómputo, porque será la única manera de ejercer un eficaz control sobre el despilfarro de ciertas cosas, que todo el pueblo de Pedro Moncayo sae que se dan al interior del Municipio", manifestó.

Dijo, además, que llevará a las direcciones departamentales a los mejores hombres, sin distingo de banderas políticas, y sin inflar la burocracia. No quiso adelantar los nombres y los hombres de confiaza que acompañarán en su trabajo, pero aseguró que se introducirán profundas reformas en el aparato administrativo, sin revanchismos.

EN POCAS PALABRAS

Además dijo que quiere rescatar la identidad de pueblo, a través del sombrero de paja toquilla, y exigirá más aporte a los floricultores. Así define a algunos referentes de nuestro pueblo:
-Pedro Moncayo
Mi cantón Querido
-Tabacundo
Pueblo por el cual hemos luchado.
-Parroquias
Pueblos por los que debemos luchar.
-Campesinos
Mis compañeros
-Deporte
Posibilidad que me dio la vida para ser su dirigente.
-Fiesta de la Cosecha
Expresión popular que nos junta a todos.
-San Pedro
Rica expresión de los hombres sencillos.
-ProgresoHacia donde va nuestro pueblo.
Tabacundo, agosto 1992

domingo, 19 de julio de 1992

Acto de Contrición

Por: José Nelson Mármol M.

Se aproxima un nuevo amanecer.
Finalmente, luego de una larga y escabrosa noche, una ilusión cargada de esperanza se dibuja airosa en el rostro de todos quienes, como yo, trabajamos porque AMILCAR empiece a abrir un nuevo rumbo en nuestro Concejo Municipal.

Son pocos los días que le restan a la actual Administración edilicia, y por tanto, sus acciones y omisiones serán parte ya de esa historia, todavía no escrita, de nuestro cantón, y su recuerdo estará presente en la memoria colectiva del pueblo.

Todos, en más o en menos, hemos podido ser testigos de lo que para el cantón ha representado la Administración que fenece; sin embargo, es muy necesario y oportuno que, quienes cesan en sus funciones, con responsabilidad, rindan cuentas al pueblo. Es hora de que quienes tuvieron nuestra representación hagan un verdadero acto de contrición y presenten un informe objetivo y realista de lo que se ha hecho o no se hecho por el cantón y sus intereses; en esta vez, el señor presidente del Concejo y los ediles cesantes, con la mano en el pecho, deberán decirnos la verdad; reconocer, con justicia, los aciertos y desaciertos. De ocurrir así, estoy seguro, todos sabremos sumarnos a la natural satisfacción que se siente cuando se cumplen los objetivos trazados, y asimismo comprenderemos las limitaciones, si se demuestra que de por medio siempre estuvo la buena voluntad de hacer, aunque no se haya logrado. La verdad, ante todo, debe ser la consigna.

No conviene, que tan solo por el prurito de tratar de quedar bien, se haga una larga e interminable lista de obras, como realizaciones de la Administración, porque, naturalmente, no todas se han ejecutado, y eso todos lo sabemos. Más aún lo saben los moradores de la comunidad de San Luis de Ichisí, quienes indignados reclaman la legalización de su "Campus Comunal", para tener una cancha deportiva y una casita de reuniones, lo que, a pesar de haber librado un incansable trámite, todavía no lo tienen, aunque -claro está- en un informe anterior de la municipalidad, con evidente sobrado orgullo, se señaló que esa obra se ha realizado.

La Administración Municipal entrante debe marcar nuevos rumbos; debe realizar un profundo trabajo de contenido social, en beneficio de los campesinos, como los de San José Chico y de otras tantas comunidades, quienes hasta ahora han sido desatendidos, sino maltratados.
Tabacundo, Julio, 1992

miércoles, 24 de junio de 1992

Comentario sobre el libro "ALEGRE CANTO TRISTE DEL MAIZ"


Por: José Nelson Mármol M.

UN NECESARIO PREAMBULO

Antes que todo, he de empezar expresando mi especial agradecimiento a Segundo Antonio, apreciado compañero y caro amigo, quien me ha distinguido con el alto privilegio de compartir unas cuantas palabras en este acto de trascendental importancia en la vida cultural de nuestro pueblo.

La verdad, no sé si lo que hoy exprese pueda alcanzar el nivel de lo que la globalidad del acto encierra. Por tanto, me anticipo en solicitar de ustedes sepan disculpar todo cuanto no se halle a tono con el encargo que se me ha hecho, acaso como producto de mi apenas condición de aprendiz de comunicador social, o de un hombre que busca en los libros el alimento para materializar esos sueños de paz, justicia y libertad, que creo nos identifica con Segundo Antonio.

Esta recóndita afición de hacer travesuras con las letras y palabras me ha empujado a esbozar unas cuantas ideas en torno a la obra que ahora presentamos. Espero no les resulte cansado.

Antes de enmarcar mi comentario, necesariamente debo volver mis ojos a esa no muy lejana infancia y adolescencia, cuando con Segundo Antonio, el inconfundible "gringo", según nuestros "motes", correteábamos por zanjas y portillos; quebradas y chaquiñanes; bosques y sembríos, en busca-hallazgo y gozando de ese contacto vital con la naturaleza. Ahora recuerdo cómo
Segundo Antonio Jaramillo Espinosa -o S.A.J.E., con que identificaba a sus cuadernos y todo cuanto le pertenecía o hacía- empezó a hacer cátedra de la vida; pues las semillas que entonces plantaba, con devoción y ternura en nuestra (su) Madre Tierra, son ahora el fruto que está emanando, cual vertiente, gotas incesantes de fe y sabiduría. Cómo olvidar la forma en la que Segundo Antonio, haciendo un verdadero culto a lo inconmensurable de la naturaleza, acariciaba las plantas y con una mirada cuestionadora ya buscaba la verdad de la vida, para ahora enseñarnos, a través de sus escritos, a levantar nuestros ojos, como él lo hacía, acaso para encontrar esa verdad allá en el infinito, donde habita nuestro Dios (El Supremo Huerakkocha de nuestros antepasados); nos transporta, con su mágica pluma, al más allá, al tiempo de nuestros padres, a ese extraordinario estadio donde el maíz no era solo el fruto, sino una divinidad que merecía sus alabanzas.

TODO EMPEZÓ POR EL TITULO

Al hablar ya de la obra que tenemos en nuestras manos, debo expresar, sin temor alguno, que Trigo y Tierra nos regala lo mejor de su trabajo; es, indudablemente, la obra "cumbre"; más, he de confesar que tan solo leer el título me causó desconcierto, sino confusión.

Y aunque las paradojas son tan parte de uno, porque a diario las vemos, las sentimos y las vivimos, no he logrado comprender a cabalidad como un canto alegre puede ser, a la vez, triste.

Quise, entonces, cavilar sobre lo que los grandes pensadores y filósofos ya lo hicieron siglos ha, y por muchos años; he tratado, sin conseguirlo, explicarme cómo pueden ser iguales las grandes contradicciones: Acaso la noche es al mismo tiempo día, y viceversa; la verdad igual a la mentira; el ruido al silencio, lo real a lo irreal, la muerte a la vida, en fin.

Minutos, horas, acaso días dejé pasar hasta liberarme del prurito que me acosa cuando quiero comprender la vida sin haberla todavía vivido, querer saborear algo sin haberlo siquiera probado; empaparme sin estar en la fuente, entender un escrito sin haberlo leído.
Por fin, creyendo haberme liberado de tan común prejuicio, leí por última vez el título que da nombre a esta, que - seguro estoy- no será la última, producción de mi entrañable amigo y compañero, Segundo Antonio (TRIGO Y TIERRA), y me lancé a revisar sus versos, a devorar sus páginas -por decir de algún modo, aunque, evidentemente, puede parecer una exageración, a sumergirme en el sueño-realidad que contiene cada palabra, cada verso, todo el canto de TRIGO Y TIERRA. Fue entonces cuando empecé a dimensionar, a mi manera -por cierto-, la inmensidad de su contenido, la direccionalidad de su mensaje, la fuente de su sabiduría, la necesidad de su enseñanza, la urgencia de su grito-canto, el motivo de su alegría y el dolor de su tristeza.

Sin embargo nuevamente se me dio por confundir mi limitada capacidad mental tratando de abstraer la razón, su razón, para considerar como acertado titular tan paradójicamente "Alegre canto triste" a su bien lograda obra poética, histórica, mítica, etnográfica, amén de sublime y tierna. Cierto es que nos plantea dos momentos emocionales del hombre; nos pone frente a los disímiles sentimientos: Alegría y dolor (tristeza), empero no convengo en que los dos se fundan en uno solo; no creo en la existencia de un sentimiento amorfo, semialegre o semitriste, como nos (me) induce el título.

Habré, por tanto, de pedirle a Segundo Antonio, a Trigo y Tierra, sepa disculparme el haber tratado de encontrarle otro título a su canto, y así en un antojadizo juego -a veces-, trocando sus mismas palabras, intentando interpretar su sentimiento y su razón, creyendo comprender su contenido, busqué darle otro título. Se me ocurrió pensar, por ejemplo:

ALEGRE CANTO TRISTE DEL MAIZ, o
MI MAIZ CANTA Y LLORA
EL MAIZ:
DE LA ALEGRIA A LA TRISTEZA

MAIZ
CANTA MI ALEGRIA Y MI TRISTEZA
MAIZ QUE CANTAS TU ALEGRIA Y TU TRISTEZA

MAIZ, CANTEMOS NUESTRA VIDA
EL MAIZ CANTA SU ALEGRIA Y SU TRISTEZA

EL FESTEJO Y EL DOLOR DEL MAIZ

En fin, fueron tantos otros los ensayos que se encubaron en mi mente, como fruto de mi inconformidad y amigo a veces de la fantasía, pero, en absoluto, nada de lo que se me ocurrió, sintetizaba de mejor manera lo que Trigo y Tierra siente, conoce y vive.

Pues creo que en el contenido mismo no se advierte esta confusa simbiosis de lo alegre y lo triste, sino que, con la magia de su tratamiento, Trigo y Tierra logra ubicarnos en tres grandes períodos (tiempos) - que deben desembocar en un cuarto: Primer período, cuando la vida se crea, esta empieza en la "Tierra de los Karas, tierra de los Shyris, donde el sol abrasa sin torcer en medio día".

Segundo período, a partir de una sangrienta fusión, talvez un poco menor que la que se produjo en 1492, dos culturas semejantes: Shyris-Caras e Incas hacen una unidad, con similares costumbres, ritos y Deidades: "El Inca quiere trasladar su imperio. Ya trasladó su Sangre en Quilago", nos dice.

Y viene la conquista, tercer período. Es cuando la torcaza, el mirlo, la tórtola, el búho, los mochuelos, las tronadoras no dejan de "llorar" y "lamentarse", pues "Hombres blancos han venido del mar" y "como las matas blancas (del maiz) traen muerte". ¿Es este tiempo el de tristeza?. Sí fue de dolor, y nos da dolor, pero no debemos quedarnos con la tristeza, sino transformar el dolor en coraje y protesta, y decir con Trigo y Tierra "Levanten las astas los pendoneros
flameen las banderas blancas,
azules
y rojas;
todos los hombres se amontonen en ruedo
avance la danza,
como si se tratara de una gran marcha
...
Pues este (nuestro ) Pueblo Indio "Tiene una sangre resistente que no conoció,
que no conoce,
que no conocerá.
sumisión."

El cuarto período, acaso el final: Trigo y Tierra nos conduce a esa urgencia de protesta, luego de hacer de su-nuestro canto una desgarradora denuncia, acaso por ser así o haber sido así de dolorosa la vida que nos cuenta.

Ese es mi criterio sobre el título, sin embargo, como el que más, debo respetar el criterio de su autor, y así lo hago, pues más allá del título es el contenido el que nos recuerda, nos enseña, nos sacude, nos cuestiona y nos llama a asumir el desafío a que nos impele.

Por todo esto, considero, no fue en vano mi obstinada confusión y el interés de búsqueda e inútil hallazgo de otro título, pues me sirvió para gozar de la exquisitez de este canto, y, finalmente, logré dar un vuelco a mi fantasía; pude experimentar la ficción de retroceder en el tiempo y en el espacio para vivir la realidad de una cultura que no ha muerto, aunque está desfalleciendo; para reconocer nuestro origen, aunque a diario queremos ocultarlo; para asumir un compromiso que, aunque nos urge, queremos soslayarlo; para empuñar en nuestras manos la gran bandera de la liberación, desanudar el nudo que, por así quererlo, hemos hecho en nuestra garganta, y gritar, junto a Trigo y Tierra, sin complejos, más sí con coraje y furia, que nuestra cultura (esta cultura del maíz, de la tierra, de la lluvia, del sol y de la luna; de nuestros antiguos Amautas y Mamaconas) no debe morir.

Sobre el estilo y la forma solo quisiera decir un par de cuestiones: Si bien es cierto que el verso es libre, habría ganado más brillantez (no quiero decir que no la tenga) si se hubiese evitado al menos un arcaísmo: "yendo a donde.." ,un gerundio del verbo ir, a mi entender, mal utilizado, pues ganaría tan solo con ponerle en voz pasiva, fueron o en activa van.

Así mismo hay al menos un verbo que, a veces tiende a desviar la interpretación por la significación dual que en un momento se le puede asignar: "partiendo" de partir, dividir, o partir, comenzar. Luego, en un verso se habla en dos tiempos verbales: "..han venido del mar", una forma de pasado, y el presente al decir "traen muerte". Que esto es parte del habla y cultura popular, indudable, pero creo si nos sujetamos a determinadas normas que rigen nuestro idioma, enriqueceremos nuestra lengua, sin que necesariamente reneguemos de lo popular.

Para finalizar, también digamos que determinados versos ganarían mayor fuerza y el sentido se explicaría mejor con una mayor rigurosidad en la puntuación.

Estas observaciones de ninguna manera pretenden poner una sombra a todo este has de luz que se expande a partir del libro que hoy presentamos; pues por el contrario, como ya dije en una parte de mi intervención, Alegre canto triste del maíz es, a no dudarlo, la obra cumbre que hasta hoy nos regala Segundo Antonio.

Gracias, estimado amigo, por hacer de nuestra historia, leyenda, mito, tradición, todo un canto de paz, justicia y libertad; gracias por hacer de este canto un verdadero tratado sobre Nuestra Cultura, la cultura del Maíz. Gracias por rescatar en forma magistral lo que desde hace miles de años antes de 1494 se hacía de maíz; lo que se ha hecho en estos 500 años de resistencia. Gracias porque a través de esto estamos obligados a darle el verdadero valor a nuestra cultura, a rescatar y preservar la riqueza del maíz, tomando nuevamente la chicha, nuestra chicha, y diciendo NO a nuevos tiempos de conquista, diciendo no a la cultura de la cocacola.

Gracias, porque este canto nos servirá a nosotros como bandera de lucha y liberación.

José Nelson Mármol M.
24 de Junio de 1992

viernes, 19 de junio de 1992

Que no duerma el sueño


Por: José Nelson Mármol M.

Aunque puede parecer parádójico, quiero seguir soñando; y por lograr dicho afán no dormiré, hasta cuando mis ojos se cierren definitivamente.

Soñar en la grandeza de mi pueblo ha sido, es y será la razón de mis esfuerzos. Y, aunque la desilusión y la desesperanza, por algunas ocasiones ha golpeado mi puerta, sigo aferrado a la esperanza de que mis sueños se volcarán en realidad.

Infinitas oportunidades las vemos; muchos caminos nos enseñan el sendero: Debemos caminar.

La elección de nuestros representantes ante el Concejo Municipal quedó atrás; resentimientos, pugnas y hasta divisiones a nivel familiar, características de la turbulenta campaña electoral, deben ser ahora reemplazados por un verdadero sentimiento de unidad cantonal, tan necesario para que nuestro cantón encuentre nuevos derroteros.

Ahora que la mayoría de nuestro angustiado pueblo respaldó, con su voto, las nuevas propuestas de la gente joven, debemos, también, unir nuestros brazos para trabajar por aquello que nos identifica: Los grandes intereses de nuestro cantón.

Rescatemos, ahora, esa gran herencia que nos legaron nuestros antepasados y participemos todos en esa GRAN MINGA, tan necesaria para dar respuesta positiva a ese grito de urgencia de nuestro pueblo, pues la realidad presente lo exige.

En ese gran esfuerzo continuaremos; felicitamos, desde esta columna, al nuevo presidente de nuestra municipalidad; auguramos lo mejor, y estamos dispuestos a respaldar las iniciativas y acciones que se enfilen a dar la atención que quiere nuestro pueblo; pero, también nos reservamos el derecho a cuestionar y denunciar las incorrecciones, debilidades e ilegalidades, si éstas se registran en el próximo gobierno seccional. Ese ha sido el norte que guía mis actuaciones, y en ese trabajo me encontrarán siempre mis coterráneos.

Lo mejor para mi pueblo; que todos los días la esperanza siempre esté de pie, es el sueño que sueño y que será realidad si no nos quedamos dormidos.
Tabacundo, junio 1992
Artículo publicado en la revista ENFOQUE

martes, 19 de mayo de 1992

Despertemos la Esperanza



Por: José Nelson Mármol M.


El día está por llegar. El ineluctable paso del tiempo marcará nuevamente otra fecha que registrará la historia. Otra vez elecciones. Una vez más, prestos a ejercer nuestro derecho y obligados a cumplir con nuestro ciudadano deber.

Otra vez el pueblo a decidir su futuro de bienestar o su desgracia. La hora se aproxima y la decisión está en nuestras manos, no desperdiciemos la oportunidad para hacer lo mejor por nuestro pueblo. Hagamos la mejor elección.

¿Tiene ya su candidato?... ¿Todavía no?... ¿Está indeciso?
Si su respuesta a la primera interrogante es positiva, permítame felicitarle. Pues eso refleja que usted se halla seguro de que los candidatos que escogió sabrán cumplir a satisfacción con las grandes aspiraciones de progreso de nuestro pueblo.

Pero si todavía no ha decidido por quién votar, le invito a cerrar por un momento los ojos y recordar, aunque brevemente, lo que ha caracterizado a las anteriores administraciones gubernamentales a nivel nacional y municipal. Evitemos caer nuevamente en errores que nos han costado lágrimas y muerte.

Hagamos de nuestro voto la mejor manifestación de rechazo a todos quienes ya administraron nuestro pueblo como si fuera una hacienda de su propiedad; cerremos el paso a quienes quieren hacernos creer que el dinero que ostentan es todo para querer ser nuevamente nuestros representantes. Digamos con nuestro voto NO a quienes disfrazados de corderos ahora quieren esconder las uñas y esperan llegar nuevamente al poder, confiando -acaso-en la amnesia de nuestro pueblo.

Si usted, crítico lector, todavía no ha decidido su voto, hágalo por personas que con su trabajo quijotezco o silencioso han demostrado que quieren a su tierra.

Al dar nuestro voto pensemos en lo que quiere la gente; pensemos en aquellos hombres y mujeres que nos ofrecen ideas nuevas para el progreso de nuestro pueblo, a quienes a pesar de sus juveniles años han demostrado su permanente preocupación por el adelanto de este Terruño tan amado. Demos nuestro voto a quienes serán auténticos defensores de los grandes intereses de nuestro pueblo.
Sumemos esfuerzos y demos a nuestro pueblo la oportunidad de despertar de la pesadilla a la esperanza.
Tabacundo, mayo 1992
Artículo publicado en la revista ENFOQUE

domingo, 19 de abril de 1992

El Cóndor en vuelo

Por José Nelson Mármol M.

Emulando el señorío del ave Rey de las alturas, del cual toma su nombre, El Cóndor, una respetable institución cultural, social y deportiva de Tabacundo, estuvo recientemente de cumpleaños y de mantel largo. Pues celebró su septuagésimo tercer aniversario de fundación, según sus actuales directivos, quienes -no dudo- habrán podido rescatar y conservar las debidas actas que son el tesmimonio que llenará de orgullo a sus asociados.

Ha pasado ya un mes de esta celebración y aunque no pude hacerlo en el momento oportuno, quiero sumarme también al sentimiento de júbilo con el que festejaron los directivos y socios, presididos por ese gran hombre de bien que es Dn. Ramiro Falcón. Más vale tarde que nunca me recuerda la sentencia popular, y por tanto considero que no podía eludir esta obligación ciudadana de saludar un feliz acontecimiento de una institución como El Cóndor.

Qué cierto es aquello de que las personas somos pasajeras, no así las instituciones que son las que perduran; pero ello lógicamente depende del trabajo y constancia de quienes a su turno se les confió la dirección de estas organizaciones sociales, y si ahora estamos saludando 73 años de historia de un club colegimos que esto se debe no a la casualidad sino al tezón de sus socios y directivos por ver a su institución grande y ufana como el cóndor de las alturas serraniegas.

Sin lugar a ninguna duda, todos los tabacundeños reconocemos que el club El Cóndor es una de las instituciones que apareció a la vida social y deportiva de nuestro pueblo casi desde cuando nació nuestro cantón, y aunque según los directivos actuales el año de inscripción del Club sería en 1919, me permito inquietar a quienes lo integran con otro dato que lo encontré en la revista RELEJOS (número 33, con circulación latinoamericana), en un artículo monográfico escrito por el ilustre Dn. Alfredo Boada Espín, quien dice que una de las instituciones más antiguas de Tabacundo es el Club El Cóndor, fundado en 1913. En ese artículo (que si los directivos o alguno de sus socios se interesan les podría facilitar una copia fotostática) Dn. Alfredo Boada hace mención a las glorias conquistadas en el ámbito deportivo por este club que recientemente estuvo celebrando sus más de 70 años de creación, lo cual, lógicamente merece nuestra felicitación.

Tabacundo, abril de 1992
(Artículo publicado en la revista ENFOQUE, de Tabacundo)

jueves, 19 de marzo de 1992

Pero... Sigamos adelante

Por: José Nelson Mármol M.

He de comenzar solicitando de mis estimados lectores, sepan disculpar si a veces, como hoy, exigido por las circunstancias, tenga que volver sobre lo mismo.

Y no es que quiera -nunca lo he hecho- ubicarme a ciegas en una oposición a la Administración Municipal local. De ninguna manera.

Pues no soy yo solo quien tenga que hacer pública la inconformidad con lo actuado por quienes nos representan en el Ayuntamiento; será la ciudadanía toda la que sabrá juzgar en el futuro inmediato sobre lo que se ha hecho y no se ha hecho. De mi parte, ya tendré tiempo para felicitar públicamente los aciertos y ejecutorias de la actual Administración, y así mismo observar y criticar serenamente lo negativo.

Pero ¡cómo duele la indolencia de nuestros representantes cuando, obnuvilados no sé porqué criterios, se muestran sordos a los reclamos de sus conciudadanos!

¡Cómo duele la doblez de sus actuaciones cuando las acciones que se cumplen no responden a sus promesas! ¡Cómo duele que los tabacundeños seamos tratados de esta manera!

Yo no sé si estoy hablando en un idioma diferente o no sé si el hecho de haber enarbolado la bandera de la justicia y velar por los intereses de mi Pueblo y sus habitantes les haya disgustado a los señores concejales. De otro modo no entiendo cómo se puede haber echado al cesto de la basura mi carta en la que solicitaba se revea la elevación drástica en las tarifas del servicio de agua potable, y no haya merecido una respuesta digna, y por el contrario se haya dispuesto el corte de este servicio a quienes -como es lógico- esperábamos una solución al problema planteado.

Insisto que no tengo absolutamente nada en contra de quienes integran el Cabildo Municipal, pero nuestros pedidos merecen ser escuchados y atendidos.

Hoy que estamos muy próximos a elegir a nuestros representantes estamos obligados a realizar la mejor elección. Cierto es que casi todos los candidatos dicen ahora defender nuestros intereses, pero será necesario abrir bien los ojos para no equivocarnos más.

Tabacundo, Marzo de 1992
(Artículo publicado en la revista ENFOQUE)

miércoles, 19 de febrero de 1992

Sumemos esfuerzos...!!

Por: José Nelson Mármol M.

Inmersos como estamos en el proceso electoral que vive nuestro país, no puedo sustraerme de la obligación cívica de comentar algunos hechos que están caracterizando a la actividad política en nuestro cantón.

Aunque no con sorpresa pero sí con preocupación, he podido ser testigo de una campaña sucia por desleal e interesada que está promoviendo el socialcristianismo en Pedro Moncayo, siguiendo a lo mejor las pautas de campaña impuestas por este partido que ya gobernó nuestro país de la manera más tiránica e inmoral y que nuevamente está estirando sus tentáculos de una manera violenta.

No cuestiono (que se entienda bien) al señor Valdiviezo a quien me parece conocerlo como un hombre que no se prestaría a las bajezas que se anuncian por los altoparlantes que están promocionando su candidatura, pero no se puede aceptar por ningún concepto que se trate de instaurar el odio personal en nuestro pueblo a pretexto de hacer creer a nuestra gente -que sí es inteligente- de que ellos son los únicos sacrosantamente ungidos para gobernar nuestro Cabildo. Qué pena da ver que se pretenda apelar de los sentimientos más viles de tratar de tachar a las otras candidaturas con epítetos indignos, y no se trate de dar a conocer los programas de trabajo que al parecer no tienen.

Creo que con estas actitudes antes que lograr el respaldo de nuestro pueblo lo único que están logrando es la antipatía.

¿Por qué estos señores socialcristianos no identifican quienes son los "candidatos politiqueros, inmorales y oportunistas" que dicen en sus altavoces? Es necesario que en esta campaña se respete el derecho que todos tenemos de buscar ser los representantes del pueblo; es urgente que quienes estamos inmersos en este trabajo dignifiquemos la política; los tabacundeños no debemos permitir que la bajeza se enseñoree solo por la perversa intención de demostrar su poder económico.

Permítaseme cuestionar las actitudes de los socialcristianos de nuestro pueblo a quienes al parecer les molesta el respaldo que van cobrando otras candidaturas. Nuestro pueblo es muy inteligente y sabrá escoger a sus representantes en las próximas elecciones, por tanto no es necesario utilizar lo ruin y desleal en la campaña. Esforcémonos mejor por dar a conocer nuestros planes de trabajo y esperemos los resutados.

Sumemos esfuerzos y conseguiremos lo mejor para nuestro pueblo.

Tabacundo,
(Artículo publicado en la revista ENFOQUE)