martes, 19 de diciembre de 1995

DOS ESQUINAS

José Nelson Mármol M.

Tras un ligero paréntesis en nuestro encuentro mensual en ENFOQUE, retornamos en este último mes del año con la convicción de que la evaluación que hagamos de estos 365 que se han pasado casi sin sentirlos, nos deje perspectivas de cambio para 1996. Que las Navidades de este año nos traigan la paz, el amor y la justicia que nuestros pueblos anhelan, y que ello domine en nuestras acciones en el nuevo año. Con este necesario introito, les presento mis dos temas para hoy.

RESACA Y DESESPERACION

El pueblo no cayó en la trampa Gobierno- socialcristiana, y dijo 11 veces NO.
De nada sirvieron los miles de millones de sucres que derrocharon el gobierno, los socialcristianos y los empresarios en el fallido afán de persuadir por un SI en una mañosa consulta popular que buscaba ( en un camuflado interés de cambio) acelerar el proceso de privatización, y sobre todo la desbordada intención de llevarse al peso el IESS.

Fue dificil dimensionar el desconcierto con el que se acostaron y la resaca con la que se despertaron los neoliberales al conocer los resultados extraoficiales de la consulta, que fueron oficializados el pasado 15 de diciembre. El TSE proclamó los datos oficiales que resonaron con estruendo, una vez más, en los oídos de la alianza Gobierno-socialcristiana que promovió hasta el cansancio la consulta de la trampa que no convenció a los electores.
Y si bien es cierto, en lo social es imposible reproducir con exactitud matemática los sucesos, y menos aún predecir lo que vendrá, no se puede dejar de pensar que la consulta bien puede constiturse en la antesala de lo que podría ocurrir en las elecciones presidenciales que cada vez más aparecen cercanas.

Por ello, bien se puede adelantar que las sombras de la tiranía que en algún momento pudo amenazar la vida del país, con la presencia del cachorro de don León de la urbe huancavilca, comienza a diluirse, a buena hora. No cabe duda que los bigotes del cachorro están ya en remojo por el bien del país. El pueblo no se dejará convencer de su falso slogan Primero la gente.
Sin duda que sería cierto que su atención sería primero la gente, pero la gente de ese círculo de poder que gobernó el país en ese nefasto período de terrorismo de Estado que asesinó a Consuelo Benavidez y a los hermanos Restrepo, entre otros crimenes. El pueblo no caerá en la trampa.

Pero digamos algo de nuestro querido pueblo. Aquí la desesperación socialcristiana por hallar un "buen candidato" no considera límites de oferta; sin importarles lo ideológico andan ofreciendo candidaturas, todo en el ciego afán de cubrir su evidente orfandad de cuadros. Solo así se puede explicar la oferta de la candidatura a la presidencia del Concejo que se ha hecho al indiscutible promotor social Lic. Lizardo Serrano, presidente de la Aso. de Tabacundeños Residentes en Quito, quien, desde que lo conozco, ha demostrado una envidiable consistencia ideológica socialdemócrata. Pues bien, a él se le ha ofrecido que "de platas no se preocupe para la campaña", lo importante era que acepte la propuesta. Qué chasco recibieron al escuchar otro NO con mayúsculas. Y yo digo que lo ideológico no se compra con un plato de lentejas. Cual será el abanderado socialcristiano, o mejor dicho el sacrificado.

AGUA Y TIERRAS
Desde la más remota historia el hombre comprendió que los dos elementos son insustituibles en la vida. Diríase que si solo uno de ellos falta, la vida no sería vida. Pues bien, nuestro pueblo bendecido con fértiles tierras logró regarlas para hacerlas producir, a tal punto de convertir a nuestro pueblo en principal granero de la provincia y del país, gracias al canal de riego construido a "brazo partido" por nuestros antepasados, a inicios del presente siglo.

Más de 135 Kms. de un canal de riego que conduce las aguas desde los deshielos orientales del Cayambe, ha regado por más de medio siglo nuestras tierras. Empero, con la presencia cada vez más numerosa de plantaciones de flores para la exportación, el líquido vital, metafóricamente, se va secando. El caudal cada vez más resulta insuficiente para cubrir la demanda, y nuestros campos y cultivos de los pequeños agricultores y campesinos se van agostando.

El S.O.S. se había lanzado hace algún tiempo, sin que la alerta haya sido dimensionada como la realidad lo exigía. Poco o nada se ha conocido de la preocupación del cabildo local por buscar y lograr una solución urgente a esta amenaza. A más de una movilización realizada hacia el ministerio de Bienestar Social para presionar la ampliación del canal existente, no se ha conocido si la obra se ejecuta o no, o si hay incumplimiento. Pero más que ello, admitiendo que el proyecto camine, de que sirve que el canal se amplíe si no existe el recuso hídrico. Y ello está ocurriendo.

Invitado por la Fundación Cochasquí asistí, hace algunas semanas, a una reunión de trabajo en la que se reveló la preocupante realidad. Se amplía el ducto, pero no no se hacìa nada por conseguir el agua que se requiere. Casi como decir que me quieran conformar con un envase vacío de un refresco para aplacar mi sed. No se concibe.

Pues bien, en dicha reunión (que en realidad fueron dos) se planteó la urgencia de conformar un Comité Cantonal, provisional, Pro-Canal de Riego, pero -por más curioso e incomprensible que parezca-, se evidenció un no sé si celo, o algo por el estilo, de parte del señor Presidente del Concejo Municipal, por el hecho de que en la asamblea se insistió en la necesidad de impulsar, a través de este Comité provisional (el que por ningún motivo iba a conformarse al margen de la Corporación Municipal) la tramitación de la adjudicación de las aguas de los ríos Arturo y Boquerón, para alimentar el caudal actualmente existente. A pesar de ello el Comité provisional se organizó y al momento adelanta gestiones encaminadas a lograr el objetivo que es inaplazable.

Cuándo comprenderemos que el progreso y bienestar de nuestro pueblo no se logrará si mantenemos cerradas nuestras diferencias personales, o de otra índole. Dejemos de lado y sepultemos de una buena vez egoismos mezquinos que nos impiden avanzar.

Y ahora sobre la tierra. 80 familias de la progresista comunidad de Picalquí han iniciado una lucha legal que apunta a conseguir las tierras de esa comunidad que son al momento de propiedad de la Fundación Brethen y Unida. La lucha es justa porque la necesidad no es de una ni diez familias. Son ochenta. La presión demográfica de la región no se la puede soslayar. Ojalá que los compañeros de Picalquí logren su propósito. Su lucha cuenta con nuestro respaldo.
Tabacundo, diciembre,1995