domingo, 19 de diciembre de 1993

QUEMEMOS AL AÑO VIEJO


Por : José Nelson Mármol M.

Casi sin darnos cuenta, el año se termina ya.
A veces nos preguntamos cómo puede ser posible, si no hace mucho que estábamos dándole a las chabajadas, correteando por aquí y por allá y cobrando los diezmitos; y hasta parece que recién nomás bailábamos alegres y compartíamos las emociones de los toros de nuestras fiestas septembrinas, y ahora... ¡ el año se acaba!.
Sí, señor... es así. El tiempo sigue raudo sin que lo podamos detener. Cada minuto, cada día, mes o año, marcha ajeno a nuestros haceres y propósitos, y por ello muchas veces perdemos el control -solo por así decir a este despiste que, de alguna manera, nos afecta a todos-, pues bien sabido es que no hay manera de controlar el tiempo. Lo que sí es posible es aprovecharlo. Es por esto que cada segundo de nuestra vida, cada instante debemos emplearlo en cosas buenas y empeñarnos en dejar una huella positiva en este tránsito a través del tiempo.

El año se acaba, y siempre que un año más termina se nos viene, generalmente, por evaluar lo positivo y negativo que hemos hecho en esta macro-unidad de tiempo.

Empero, la rapidez o el inmediatismo con que vivimos nos obliga a que la evaluación no la hagamos cada día. Todo lo dejamos para el último, y claro, la acumulación de eventos realizados o por realizarse nos impide apreciar en su justa medida todo lo que habíamos planificado y lo que se ha logrado ejecutar.

Sin embargo es preciso que hagamos un muy sincero balance de todo cuanto nos ha deparado este año de 1993, con la perspectiva de enmendar todo aquello que así lo requiera o reafirmar los propósitos bien encaminados y que estén avanzando con paso firme.

Toda evaluación, por supuesto, corresponde hacerla tanto a nivel personal y comunitario; la primera solo interesará a nuestro yo interno, pero la segunda reviste gran importancia a nivel comunitario, cantonal y nacional. Bien vale la pena entonces que intentemos unas muy breves consideraciones:
Todo lo malo que haya pasado en este 1993 y lo negativo que hayan hecho nuestros gobernantes debemos quemarlo en este "año viejo". A nivel de gobierno central, claro está, casi todo ha marchado de mal en peor. Definitivamente el gobierno no ha dado pie con bola, los problemas para nuestro sufrido pueblo se han agudizado. Nadie puede negarlo. Cada día hay más pobreza y los apetitos privatizadores del gran poder parecen querer devorar con todo lo que pertenece a todos los ecuatorianos. Hasta el momento no se ha logrado encontrar la fórmula para poner freno; por tanto, a estas alturas, solo nos corresponderá, aunque de manera simbólica, quemar con el año viejo esta impopular política gubernamental del Nuevo Rumbo.

Y de modo particular, en nuestro pueblo, tenemos también mucho que quemar. La desatención y falsos ofrecimientos a nuestras comunidades en que ha caído la actual Administración municipal; la traición -por decir de algún modo- a la confianza que depositamos en las urnas en quienes nos representan hoy en el cabildo local y, por otro lado, el quemeimportismo que parece sigue caracterizando a nuestro pueblo, debemos definitivamente, quemarlo en este "año viejo", y abrigar la esperanza, aunque remota, de que las cosas cambien para bien en 1994. Pues cada "año nuevo" la arraigada costumbre nos llevará, otra vez, a que formulemos los mejores deseos para nosotros mismos, para nuestros amigos y, por supuesto, para nuestro pueblo. Que 1994 venga cargado de esperanza, pero que entreguemos también parte de nuestro esfuerzo y trabajo para ir labrando un futuro de bienestar para Tabacundo y el cantón.
Tabacundo, diciembre 1993

sábado, 19 de junio de 1993

TIRO DE ESQUINA

Por Jerónimo

Buen camino
El deporte en nuestro pueblo da señales de que va por buen camino. La dirigencia deportiva de Tocachi y sus deportistas dieron muestra de organización en la inauguración del campeonato de fútbol, el pasado 10 de abril. Felicitaciones.
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Felicitaciones
También merece ser felicitada la Liga Deportiva Cantonal, los dirigentes y deportistas de los 36 equipos que ofrecieron un buen espectáculo en el programa inaugural del campeonato interclubes de balompié, en Tabacundo.
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Paso fino
Con elegancia y donaire participaron las madrinas de los 36 equipos en el acto en el que se eligió a las señoritas Deportes, Simpatía y Confraternidad, la víspera de la inauguración deportiva. Una muy buena coordinación se pudo apreciar entre todos los dirigentes de las instituciones participantes y los directivos de LDC. Ya era hora.
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Satisfacción
A los años que se ve algo bueno, fue el comentario que se escuchó en la fiesta deportiva en que se inauguró el nuevo torneo de fútbol.
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Lamento
Y mientras todos en el estadio compartían la alegría y satisfacción por la programación deportiva, se oía también el lamento de un conocidísimo directivo de UJT, quien en todo momento y a todos andaba diciendo que los dirigentes de Liga Cantonal son los responsables para que su equipo haya descendido a la serie B
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Yo te ofrezco, busca...
Los máximos dirigentes de Concentración Deportiva de Pichincha y la Asociación de Fútbol, estuvieron presentes en la inauguración, y ahí ofrecieron ayudar al deporte de nuestro cantón en todo lo necesario, pero es bien conocido que solo son ofrecimientos y nada más.
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Si así llueve...
Liga Cantonal empezó a recibir la platita por concepto de la nueva ley del deporte en vigencia, mediante la cual las Ligas Cantonales reciben un porcentaje del impuesto que se cobra a los abonados del servicio telefónico, para destinarlo al fomento deportivo.
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Buena Madre
Liga Cantonal está demostrando que quiere compartir estos recursos con todas las parroquias. Este escribiente pudo ser testigo de que se están entregando implementos deportivos en las Ligas parroquiales que demuestran organización y planificación en su trabajo. Es decir está actuando como una verdadera madre.
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Saludo
A propósito, desde esta columna saludamos con emoción y respeto a todas las Madres de nuestro querido Pueblo.

Hasta la próxima, paisanos. Jerónimo.

lunes, 3 de mayo de 1993

S.O.S. POR EL AGUA



Por: José Nelson Mármol M.

El agua es signo de vida, como lo es también la tierra y el sol. Por ello cuando escasea y se acaba se convierte también en signo de angustia desesperación y muerte.

Pero en esta vez también el exceso de agua ha ido sembrando una estela de destrucción y muerte en todo el país. Inundaciones en la costa, sierra y oriente exigió que el gobierno nacional declare en emergencia varias regiones, en donde las lluvias arrasadoras dejaron millonarias pérdidas materiales, y, sobre todo, incalculables pérdidas humanas - porque la vida, que es Don de Dios, no puede ser valorada económicamente, y por ello precisamente son estas pérdidas las más cuantiosas.

Y qué decir sobre el desastre de enormes magnitudes que produjo la fuerte estación lluviosa en el Austro, debido al deslave registrado en el sitio La Josefina y el represamiento de las aguas del Paute y el Jadán. A esta hora todos conocemos sobre las consecuencias devastadoras en toda la zona declarada en emergencia, sobre todo cuando se produjo es esperado desfogue de las aguas.

Todo esto causó enorme conmoción en el país todo, y por lo mismo nuestra solidaridad y ayuda la hemos expresado de algún modo a nuestros sufridos hermanos del Austro que pasaron a convertirse en damnificados por efectos de la furia de la naturaleza. Sin embargo, dejando al margen el hecho cierto que, hasta hoy, la mano del hombre no es capaz ( y nunca lo será) de controlar los fenómenos naturales, sí es necesario llamar la atención sobre el abuso de la que con frecuencia es objeto, así como la imprevisión en la que con frecuencia caemos.

Y, precisamente, esto último, amén de la falta de planificación y una conciencia clara de la responsabilidad para con el presente y el futuro, creo se ha convertido en una de las características que retrata de cuerpo entero a las últimas administraciones municipales, y a ello se ha debido, en gran parte, los periódicos gritos de S.O.S. que hemos tenido que dar por la falta total de agua en nuestros domicilios, como ocurrió en los últimos quince días.

Empero, es oportuno, en este caso último, hacer una muy necesaria aclaración: Cierto es que en esta vez la magnitud del daño en el sistema de agua potable se debió a la severidad del temporal lluvioso que azotó a todo el país, pero no es menos cierto que la imprevisión ha campeado desde hace tiempo, y al parecer nunca existió el más mínimo interés por dar una solución definitiva a este problema que, si la actual administración municipal no lo toma con la seriedad que merece, amenaza a convertirse en endémico.

3-V-93.

viernes, 19 de marzo de 1993

TRABAJO, SOLIDARIDAD Y JUSTICIA

Por: José Nelson Mármol M.

Aunque los trámites llevaron algún tiempo y su consecución otro tanto, o más, lo importante son los resultados.

Es difícil tratar de resumir en pocas palabras todo el esfuerzo, la entrega y el sacrificio que se ha puesto en una obra, y dimensionar la huella que deja. Sin embargo, no quiero dejar pasar la oportunidad para expresar mi más emocionada felicitación a todos quienes fueron los protagonistas de una magna obra que se la realizó sin demagogia y menos aún intereses: La construcción de centenares de casas nuevas, gracias al aporte generoso de Missereor (una institución de la iglesia alemana que ofrece ayuda a Latinoamérica), y la extraordinaria coordinación de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, y la Secretaría Nacional y Arquidiocesana de Pastoral Social.

En este programa habitacional realizado por la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, en ayuda a las familias damnificadas de los sismos de marzo de 1987, y de agosto de 1990, se conjuga la justicia, la solidaridad y el trabajo como una fórmula necesaria y perfecta para brindar a las familias que se quedaron sin vivienda - o nunca la tuvieron-, la oportunidad de acceder a una vivienda digna.

Alrededor de treinta familias de Tabacundo recibieron las llaves de sus nuevas casitas, el pasado 31 de enero; mientras el 28 de febrero último lo hicieron 100 familias de Malchinguí. Las fechas se convirtieron en verdaderos días de fiesta en las respectivas parroquias, pues ahí, con un programa especial, que fue solemnizado por Mons. Antonio Arregui Y., Obispo auxiliar de Quito y Secretario Adjunto de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, y que contó con la presencia de autoridades locales, se selló el premio a un gran esfuerzo: Pues se inauguró el programa habitacional "Amistad y Progreso", que comprende de 30 viviendas en Tabacundo, y 102 en Malchinguí, que fueron construidas con la ayuda económica de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana; la colaboración de la municipalidad local; la entrega de dirigentes -como Tomás González (al inicio), y de Alberto Jarrín, posteriormente, en el caso de Tabacundo, y de Héctor Navarrete, en Malchinguí- y sobre todo el esfuerzo comunitario de los beneficiarios, quienes día a día trabajaron a base de mingas, dejando en cada casita no únicamente sudor y lágrimas, sino también mucho amor.

La obra realizada es, ciertamente, de dimensiones extraordinarias. La emoción y gratitud que expresaron los beneficiarios fue igual, pero quizá se lo resuma con un profundo "...que Dios les pague..." a la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, a Missereor y a la Pastoral Social.

DE FANESCA Y FAROLITOS

Por : José Nelson Mármol M.

Aunque, ciertamente, cuando se publique el presente artículo estará por quedar atrás, si no ha pasado ya el período al que haré alusión en las siguientes reflexiones, creo sin embargo que es necesario que insistamos un poco en aquello que, al parecer va perdiendo importancia en Padres de familia y maestros de escuelas y colegios: Nuestra riqueza cultural; esa cultura popular de la que antes éramos sus protagonistas.

Los tiempos van cambiando. Eso es lógico y natural; es la demostración más palpable de que la dialéctica no es solo teoría. Empero los cambios que a cada instante se registran no siempre son positivos. Pienso entonces que muchas de nuestras costumbres y tradiciones no solo que van cambiando, sino que están en ese malhadado camino que lleva a la extinción, lo cual es muy grave; y por ello nuestra identidad cultural de a poco se va borrando.

Que la "Fanesca", delicioso potaje que la costumbre lo ha ubicado como uno de los símbolos de la Semana Santa (y que, indudablemente es parte de la riqueza culinaria de nuestro pueblo), vaya quedando como recuerdo es, hasta cierto punto, comprensible, porque, en este caso, la difícil situación económica que enfrentamos la gran mayoría de ecuatorianos se impone al deseo que tenemos de no dejar de hacer y disfrutar el apetitoso guisado. Para nadie es desconocido que ahora la "Fanesquita" es algo que, aunque nos abra el apetito, asusta, porque ahora el poder comerla significa un enorme sacrificio para la familia. Esto explica también que haya desaparecido la añorada costumbre de las "convidadas"; cuando la fanesca se la hacía no únicamente para la familia sino, además, para convidarla a los vecinos. Esos tiempos, claro esta, ya no son más los nuestros -y es comprensible, insisto.

Pero ese otro aspecto que antes caracterizaba al inicio mismo de la Semana Santa (me refiero al Domingo de Ramos), sí es posible que lo rescatemos y promocionemos: Esa verdadera fiesta y alborozo que se vivía cuando en las faldas de Papá o Mamá intentábamos confeccionar canastitas, anillos, pulseras, farolitos y cuanta figurita o adorno que la creatividad y habilidad nos permitía, con los ramos que minutos antes los hiciéramos bendecir en el primer domingo de "Guioneros", como se me ocurre decir ahora, para referirme al Domingo de ramos.

He visto con preocupación desde hace algunos años que esta sana costumbre que, como señalé antes, es parte de esa cultura popular -ligada en este caso, como en muchos otros, a la religiosidad popular- se va perdiendo, y no debemos permitirlo. Hoy, aunque la Semana Santa prácticamente ha quedado atrás, es preciso que hagamos conocer a las generaciones presentes nuestras costumbres -mientras más añejas mejor-, y sobre todo insinuar en ellas la necesidad de conservarlas y rescatarlas, porque llevan cargadas esa impronta de lo popular que es, acaso, la más rica cultura.

viernes, 19 de febrero de 1993

CORRETEANDO DEPORTIVAMENTE

Por: Jerónimo
Buena noticia
Está casi lista la platita para la reconstrucción de nuestro estadio. En el Presupuesto General del Estado consta la partida 12 4599 201 020100 8530 28 17 12. Un poquito difícil de memorizarla, ¿verdad?.
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Para no dormirse
Es de confiar que los máximos dirigentes de la Liga Cantonal no se duerman, como una Administración Municipal de ingrata recordación que, por no realizar las gestiones en el Ministerio de Finanzas, hizo perder los sucresitos.
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Todo trigo es limosna
El monto asignado talvez no será suficiente para hacer todos los trabajos que en ámbito deportivo necesitamos, pero algo es algo; el presupuesto asignado es de 20 millones de sucres.
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Mala nota
Los señores de UJT parecen ser los dueños de las verdades absolutas. Por sus malas actuaciones deportivas se condenaron así mismos al descenso, y ahora quieren convertirse en intocables; pues dando patadas de ahogado, y vulnerando las leyes y reglamentos buscan mantenerse en primera categoría.
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Felicitación
Los jóvenes del Rosario Central hicieron un buen trabajo en el campeonato de segunda división, y el pasado domingo 28 de marzo cosecharon con justicia el Laurel del triunfo. Son los campeones. Congratulations for that.
También extendemos nuestro saludo a los muchachos de la Sociedad Obrera, Simón Bolívar y Vicente Solano, que con esfuerzo, aunque con menor suerte, se ubicaron en 2do., 3er., y 4to puestos, y por eso debutarán en primera categoría el próximo campeonato.
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A alistar los botines
El campeonato, edición 1993, comenzará el 25 de abril próximo. Los "soccer players" locales, que tuvieron una para de casi un año, deben desempolvar sus botines para que comiencen con pie derecho el nuevo torneo. Igualmente los dirigentes deben animar a sus huestes para que la inauguración y el desarrollo mismo del campeonato sea toda una fiesta.
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A buen pedal
En nuestra tierra hay madera para todo. Hay aquí dos buenos muchachos que le dan durísimo al pedal; dos ciclistas tabacundeños fueron convocados a la selección de ciclismo de Pichincha.
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Peloteros
Las inundaciones que soporta nuestro país afectaron también, y muy duramente, a nuestro pueblo. Algunos daños ha causado la lluvia, pero sobre todo afectó a los peloteros que, por inundarse constantemente la cancha no pudieron jugar durante casi todo el mes pasado. ¿Cuándo San Pedrito cerrará las llaves del cielo?.