jueves, 19 de octubre de 2000

VIVIR LA DEMOCRACIA


La democracia es un sistema de gobierno que se sustenta en la participación soberana del pueblo.
Lamentablemente en nuestro medio la participación popular solo se ha limitado al cumplimiento de la obligación más que al ejercicio del derecho ciudadano de elegir a sus representantes para la Administración del gobierno nacional, provincial o municipal.

Definitivamente, a la democracia se la ha reducido a un mero acto electoral.

La democracia representativa vigente en nuestro régimen de derecho no ha encontrado los canales apropiados para el ejercicio genuino de una auténtica DEMOCRACIA, en la que se reconozca una participación de todos los sectores sociales, aún de aquellos que no alcanzaron una representación a través del voto.

En muchos de los casos los gobiernos llamados democráticos responden con sus acciones a reducidos grupos de poder y no a favor del conjunto de la sociedad. Pruebas de ello constituyen las decisiones adoptadas en el anterior régimen, en el cual para defender los intereses de los banqueros y financistas de las campañas electorales no se dudó en meterle la mano al bolsillo de la gran mayoría de ecuatorianos, a través del congelamiento y la descomunal devaluación del desaparecido Sucre.

Es preciso entender que una verdadera DEMOCRACIA no admite la política de la imposición sino del diálogo, la concertación y una real participación ciudadana en las principales decisiones de gobierno. El actuar de modo contrario solo atiza el malestar social y la protesta.

Por ello, si bien es saludable que en el cantón Pedro Moncayo se haya conformado una Junta Cívico – Patriótica como un canal que busca una efectiva participación ciudadana en procura de soluciones a los problemas de la comunidad, es cuestionable su posición de pretender desconocer la voluntad popular expresada a través del voto en las elecciones, y un desatino exigir la renuncia de los representantes legítimamente elegidos.

Es necesario vivir la democracia. El Concejo Municipal en pleno, asumiendo a cabalidad la responsabilidad de representar a toda la comunidad, debería reconocer la justa demanda de un amplio sector que exige explicaciones a las denuncias de corrupción que se habrían registrado en la Administración anterior; y, así mismo, se debe esperar de la Junta una actitud de sincera colaboración para enrumbar al Cantón por derroteros de progreso y unidad.

Urge una reflexión serena sobre los problemas del Cantón y abrir las puertas a una participación efectiva de todos los sectores de la sociedad, para lograr las soluciones más adecuadas. Solo así se vivirá una auténtica DEMOCRACIA.
José Nelson Mármol
Editorial, revista Doble Vía, octubre, 2000