lunes, 19 de junio de 1995

CUATRO ESQUINAS

Escribe: José Nelson Mármol M.

Tras un ligero paréntesis volvemos a las páginas de ENFOQUE para exponer algunas inquietudes atinentes a la vida de nuestro querido pueblo.

COMPLEJO TURISTICO O COMPLEJO PENITENCIARIO?
Con gran preocupación recibimos una información que, a decir por lo que se recoge en los grandes medios de comunicación, va cobrando forma. Nos referimos al complejo penitenciario que el Consejo Provincial de Pichincha se empeña en llevar adelante en lo que actualmente constituye un precioso sitio en el altiplano de Jerusalén, perteneciente a la parroquia Malchinguí.
En Ese lugar el mismo Consejo Provincial había, en el período del Dr. Patricio Romero -si la memoria no me traiciona-, iniciado la construcción de una suerte de complejo turístico, o un sitio a donde puedan ir las familias que cansadas del mundanal ruido buscan la tranquilidad del campo para eliminar o al menos aflojar las tensiones. No creemos que se pretenda ahora, a pretexto de dar una solución al problema penitenciario, se quiera sesgar propósitos tan loables como el de crear un verdadero centro para el turismo y el descanso de miles y miles de familias que cada fin de semana buscan el sosiego y la paz que ausentes se hallan en las grandes ciudades, como Quito que cada día crece sin control.
Creo pertinente que el Concejo Municipal se pronuncie sobre este proyecto que ya está causando inquietud a las poblaciones de Puéllaro, Alchipichí, y aquellas ubicadas en las cercanías de Jerusalén. Hace años las fuerzas vivas de Guayllabamba con una virilidad digna de ser imitada evitó que el complejo penitenciario se construya en esa parroquia. Podremos también nosotros impedir que ese proyecto prospere, pues de no hacerlo nuestra zona se verá irremediablemente azotada con más crudeza de la inseguridad social.

DESAMPARO
A propósito de inseguridad pública, es oportuno que insistamos en otro grave problema que de a poco se torna más preocupante. La paz y tranquilidad que caracterizaba hace algunos años a nuestra franciscana tierra se va desvaneciendo al punto que algún día solo será tema de añoranza. El grado de peligrosidad en nuestras calles es creciente; el asalto, el robo a domicilios y negocios alarma día a día.
Hace pocos días se registró un millonario robo en la fábrica de estructuras metálicas; la violencia es cada vez más común; asaltos a mano armada y robos domiciliarios se repiten con frecuencia. Sin embargo nos hallamos casi en el desamparo. La Fuerza Policial acantonada en Tabacundo en más de una ocasión se ha mostrado incapaz de controlar este auge delincuencial. ¿Será preciso que la población civil busque mecanismos de control y ayuda comunitaria para preservar la tranquilidad?

PRUEBA DE FUEGO
Nos hallamos ya a menos de dos meses para que se inauguren en Santo Domingo de los Colorados las primeras olimpiadas de la Provincia. Este compromiso que, a partir de hoy se repetirá cada dos años en diversos cantones, puso a nuestro pueblo ante una verdadera prueba de fuego que tendrá que saber sortearla con altivez y orgullo deportivo y de un pueblo que tiene en su pasado el mejor ejemplo de todo cuanto puede ser capaz. Son doce las disciplinas deportivas que forman parte del torneo provincial en las categorías sub 14 y sub 18 años: fútbol, básquet, volley, pelota nacional, atletismo, ciclismo, box, tiro, ajedrez, tae kwoon do, entre otras.
El pasado sábado 27 de mayo se realizó en Tabacundo el primer Congreso Deportivo Cantonal, organizado por la matriz del deporte cantonal, con la finalidad de analizar, precisamente, la participación de nuestro cantón en esta justas deportivas. El evento tuvo lugar en el Centro de Promoción Mensaje, y a é estuvieron invitados ex-dirigentes de la Liga Cantonal, dirigentes de las instituciones deportivas comerciales y empresariales de la zona, sin embargo fue, ciertamente limitada la asistencia.
Generó preocupación, sobre todo, la inasistencia casi total de la dirigencia de los clubes que actualmente hacen Liga Cantonal y los empresarios de las flores, lo que demuestra el poco interés que están dando a este compromiso que revelará la capacidad que tiene nuestro pueblo para enfrentar retos de gran dimensión. Ahora es deportivo, pero mañana, quien sabe, serán otras las motivaciones que exijan de nuestro pueblo la unidad y apoyo incondicional. Según se hizo conocer, la delegación de Pedro Moncayo que participaría en las olimpiadas estaría conformada por al menos 150 deportistas, excepto el cuerpo técnico y la dirigencia. Esto implicaría que nuestro cantón tenga que realizar un gasto aproximado de al menos 80 millones de sucres.
Los recursos de la Liga Cantonal son ínfimos y por ello es necesario que todos arrimemos el hombro para hacer posible la participación de Pedro Moncayo con una representación que vaya a Santo Domingo no únicamente a competir sino a ser protagonista de los grandes triunfos. Es importante la colaboración que ya ha comprometido el Cabildo local al entregar un aporte de 20 millones, por lo que es necesario que busquemos las iniciativas que nos permitan financiar los 60 millones restantes.

SE MUEVEN LAS FRUTAS

Una vez que pasó, momentáneamente, el susto del conflicto armado, nuevamente el ambiente político comienza a cobrar actualidad. Los partidos políticos adelantan los acuerdos electorales de cara a enfrentar los comicios del 96. Algunas candidaturas presidenciales se han oficializado, y la campaña está en marcha. A las ya conocidas candidaturas de Nebot, Noboa, Abdalá, Frank Vargas, parece que se incluirá con seguridad la del general José Gallardo, ex ministro de defensa, quien precisamente en estos días presentó su dimisión al presidente de la república. En Quito, al menos, varias paredes aparecen pintadas con una decidora campaña en favor del general Gallardo. Solo falta la definición oficial de su candidatura, mientras el centro izquierda sigue naufragando en sus cálculos y divagaciones. En nuestro pueblo aunque todavía no se aclara el panorama sabemos de la preocupación del partido social cristiano, en donde el movimiento se ha comenzado ya a advertir. Los candidatos están siendo sujetos de una selección profunda. No obstante, de fuentes dignas de crédito, conocemos que el actual presidente del Concejo, Amílcar Mantilla, buscará la reelección, aunque no se define si lo hará por el casi desaparecido FADI, como independiente o por la Izquierda Democrática, agrupación política con la que, al parecer, estaría conversando. El tiempo lo dirá.
Tabacundo, junio, 1995

miércoles, 19 de abril de 1995

TESTIMONIOS DE FRONTERA


José Nelson Mármol M. (*)

Apenas inició la guerra no declarada en el Alto Cenepa fuimos testigos del nacimiento de un Nuevo Ecuador. La unidad fue total. En todos los rincones de la Patria flameó orgullosamente la bandera amariloo, azul y rojo de nuestro emblema patrio, como una demostración de que un pueblo se hallaba de pies y dispuesto a defender la integridad territorial se hallaba amenazada.
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A veces las palabras no son suficientes para describir las manifestaciones de solidaridad que pude observar en todas las poblaciones fronterizas que visité, mientras duró el conflicto; además, se haría necesario disponer de varias páginas para escribir sobre la experiencia que significó convivir con nuestros soldados en los puestos de avanzada, en donde pude ser testigo de la solvencia, profesionalismo y valor con que defendías nuestro territorio.
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Debo confesar que en más de una oportunidad se me quebró la voz cuando realizaba mi reporte informativo para Radio Católica Nacional, al narrar hechos que daban fe de la solidaridad de nuestra gente humilde, en los pueblos pequeños y pobres de la amazonia, y del valor del soldado en sus posiciones.
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Cómo olvidar el gesto de una viejecita que presurosa salió al carretero cuando viuo que pasaba un camión militar (en el que viajábamos varios periodistas al destacamento de Cóndor Mirador), y con un gesto que revelaba preocupación hizo apuradas señales para que el vehículo se deteviera, y cuando el camión paró su marcha la humilde ancianita, con los ojos llorosos, dijo "vayan llevando siquiera estito..." Era su colaboración para los soldados que combatían, y consistió en una gallinita y un pequeño costal con toronjas. El sitio era un pequeño caserío cercano a la población de Chuchumbleza. El gesto me conmovió, sobre todo porque la viejecita -era evidente deducirlo por sus ropas raídas- era muy pobrecita.
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Imposible pasar por alto el coraje del soldado en su posición de vigilante. El nombre no importa. Ya en Cóndor Mirador, posición privilegiada para la defensa, conversé con uno de ellos. Se hallaba en su trinchera, mimetizado con la espesa vegetación. A sabiendas que el temor es connatural en el hombre, pregunté al soldado si sentía miedo. Tran una ligera pausa me contestó que el miedo siempre se hace presente, pero que en esas circunstancias no se debía pensar en ello porque "quien se pasa pensando en el miedo es hombre muerto, y yo no voy a morir... Aquí seguiré defendiendo nuestro territorio y no vamos a permitir que los peruanos nos roben más", expresó.
"Aquí estamos decididos a lo que venga para darles la paz a nuestros hijos y a todo el pueblo", decían otros. En todos era notoria la seguridad y capacidad para combatir en defensa de nuestra soberanía.
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Tres días y dos noches compartí la vida del soldado en un puesto de avanzada de Cóndor Mirador. Ahí todos son iguales. Los grados militares se subordinan al cumplimiento de una sola misión. El capitán, al igual que un teniente, un sargento o un conscripto, con su propia herramienta de dotación, debían cabar y mejorar su trinchera. La amenaza de bombardeo a ese sitio era permanente, por lo que nosotros también (los periodistas que pudimos estar ahí) tuvimos también que alistar una trinchera en la que nos meteríamos en el momento que lo demandara.
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La comida nunca faltó a nuestras tropas, aunque sí variaron las raciones, los horarios y las condiciones en que recibían. De las tres comidas diarias que se reciben en tiempos de paz, en la guerra se redujeron a dos: la una a las 04h30 de la mañana, y la otra a las 20h00 o 21h00, en la noche.
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Escasos fueron los momentos en que la patrulla se encontraba totalmente reunida, pues nadie debía descuidar su misión. Cuando terminaban sus turnos de guardia, a ratos se reunían para compartir anécdotas o bromas; los casados recordaban a sus esposas e hijos, los solteros a sus novias y padres, pero todos se animaban unos a otros cantando canciones y recitando poemas que hablan del coraje y profesionalismo del soldado ecuatoriano.
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Una tarde, casi entrada la noche, llegó el mensajero de abastecimiento acompañado por dos conscriptos que traían dos grandes costales. Ahi llevaban hasta el sitio de avanzada varias raciones personales con alimentos preparados y donados por los pobladores de el Pangui (una población cercana a Cóndor Mirador, según me informó el cabo). Resulta indescriptible la emoción y gratitud con la que recibían los soldados esa colaboración. Cada militar recibió, recuerdo claramente, una fundita mediana que contenía un poco de canguil reventado, una empanada, 10 galletas, 5 caramelos, una porción de chifles, un pedazo de pollo frito, una caja de fósforos, 4 cigarrillos y una vela pequeña. Y aparte una fundita con trocitos de cñan pelada. A más de un soldado y a quienes presenciamos ese gesto casi se nos fueron las lágrimas al ver que la colaboración llegaba al sitio donde se necesitaba y constatar el esfuerzo con que los mensajeros y repsonsables del abastecimiento se daban modos en llevar el aporte ciudadano a las posiciones de la defensa. "Con esta colaboración, cómo a uno no le va a dar valor y fuerza para defender nuestra Patria", dijo un soldado.
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Otra noche, un médico y dos ayudantes llegaron a tientas por una estrecha pica, sorteando los peligros del terreno fangoso del lugar. Pues en condiciones de guerra era imposible que se atilizaran linternas para alumbrar el camino, para evitar ser observado por el enemigo. Pero a pesar de esas condiciones adversas llegó el médico, sudoroso y con su uniforme enlodado, y pidió que todos los soldados se alistaran para "ponerles la vacuna contra la fiebre amarilla. Nadie debe quedar sin vacunarse... El pueblo está unido y entregando su ayuda para la defensa del país y para ello es necesario que el soldado esté libre de enfermedades", dijo. Todos recibieron la vacuna, incluidos nosotros (cuatro periodistas: Lalo Calle, fotógrafo de revista Vistazo, dos colegas de NTC (TV) de Colombia y yo.
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Desde Cóndor Mirador pudimos ser testigos de los permanentes ataques de los peruanos. El sobrevuelo de helicópteros era interminable; el tronar de morteros y el bombardeo desde helicópteros artillados no cesaba, sobre todo en las primera horas de la mañana y al caer la tarde, pero también pudimos testimoniar las valientes respuestas de nuestros soldados.
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Quienes estuvimos en el sitio mismo de la defensa, damos fe de la preparación y profesionalismo de nuestros soldados. Gracias a ello se evitó que el enemigo logre sus objetivos, y por el contrario nuestras tropas se levantaron triunfantes de una guerra que no la buscamos, pero que la enfrentamos con la dignidad de un pueblo que se mostró unido para decir NO a las pretensiones del invasor del sur.

* Corresponsal de Defensa Nacional, tercera promoción. CPP 708

miércoles, 25 de mayo de 1994

Cómo pasa el tiempo!!!


José Nelson Mármol M. (*)

"El tiempo pasa, nos vamos poniendo viejos...". Cuánta razón tiene Pablo Milanés al sintetizar en un solo verso de su popular canción el giro ineluctable de la vida.

Ayer nacimos, hoy vivimos el presente -a ratos sin reparar en cuántos días han pasado y siguen pasando-, hasta cuando esa sucesión de minutos, semanas, años nos sorprende, en algunos casos, sin que hayamos considerado que cada período de ese vivir era necesario, preciso, vital, para que las cosas se hagan o no se hagan según haya sido la influencia de nuestra voluntad y esfuerzo por hacerlas, y los hechos se den y se sucedan.

Y a veces la cotidianidad que vivimos y ese liberalismo subyacente de "dejar hacer, dejar pasar" que, aunque sin querer, nos envuelve hacen que todo parezca normal cuando nada de algo que puede alterar nuestras vidas o afectan a nuestros intereses ocurren.

¿Quién no ha sentido esa suerte de indiferencia por las cosas simples y lo cotidiano, que nos produce algo así como amnesia en torno a hechos que sin embargo son importantes, a celebraciones de fechas o hechos que marcan parte de nuestras vidas, de lo que somos, de lo que son nuestros pueblos?

Debo confesar que, en realidad, se me había estado pasando por alto una celebración que estamos muy próximos a compartirla, y que tiene un especial interés en la vida de nuestro pueblo: La celebración de las Bodas de Plata, por los 25 años de vida de nuestro Colegio Nacional Tabacundo.

Casi no lo quería creer cuando Miguel Cadena, actual rector del plantel, me decía, hace un mes aproximadamente, que este año el Colegio, nuestro Colegio, mi Colegio se aprestaba a celebrar sus Bodas de Plata. En mis adentros comencé a tirar números, a recordar qué tiempo hacía que dejé sus aulas con ese cartoncito bajo el brazo; cuántos años pasé por sus aulas, corrí por sus patios. Y claro, las cuentas eran las mismas y las matemáticas seguían siendo exactas: si de lo que egresé hacen ya 13 años y 7 estuve como estudiante, más 5 años que llevaba de creado el colegio cuando ingresé, pues eran en efecto ya 25 años.

Una especial sensación, mezcla de alegría y nostalgia, experimenté al instante. En un momento comencé a retroceder esa película que la razón nos permite grabar a cada instante. Se me dio por recordar tantas cosas que han pasado en mi colegio -de muchas de las cuales fuimos sus protagonistas: Los profesores, los compañeros, las aulas, las travesuras, las picardías; la risa y el llanto, la satisfacción y la angustia; temores y esperanzas, en fin ese anecdotario, ese todo vivido en ese espacio físico y temporal imposibles de olvidar.

Cómo olvidar ese trabajo lúdico de aprendices de agricultores en "La Granja" con el profesor Herrera y las rabietas de Don Manuelito "de la peña"; o las travesuras que hicimos con un grupo de compañeros (René Buitrón, Amílcar, Guillermo Falcón, el "gringo" Segundo Antonio...) para hacernos de unos rústicos instrumentos para intentar sacarles sonidos e interpretar a nuestro modo las canciones de folklor que para entonces comenzaban a ponerse de moda. Fue acaso ese el inicio de lo que sería luego el conjunto Cóndor Canqui que posteriormente tuvo una dilatada trayectoria en el quehacer cultural de nuestro pueblo, de la provincia y del país -porqué no decirlo.

Cómo olvidar aquella noticia que sacudió al pueblo (cuando yo todavía era un escolar en la Pacífico Proaño), lo despertó de ese letargo parecido a la estupidez, cuando a pocos años de creado el Colegio se registró la primera insurrección estudiantil y lo que antes era la gran Plaza del Pueblo se militarizó como nunca antes se recuerde: La huelga (qué será eso, cómo será, decían algunos) liderada por Juan Jaramillo y los de su época, para buscar una reorganización del entonces novel plantel. Lamentablemente las soluciones logradas nunca fueron duraderas. Los problemas por la falta de profesores, luchas internas por captar las máximas dignidades, algunos malos docentes, la falta de infraestructura y laboratorios no han estado ausentes en la vida de estos 25 años, según recuerdo. Pero, sobre todo, es preciso destacar también la indómita voluntad de los tabacundeños para superar las dificultades que han atentado a veces contra la institucionalidad misma del Colegio, y cual ave Fénix se ha levantado para seguir siendo un reguero de sabiduría y trabajo.

25 años han pasado ya. Otros 25, 50 o 100 pasarán (entonces ya no seremos testigos, con seguridad) y nuestro Colegio deberá enfrentar - como hasta hoy lo ha hecho- el desafío permanente de continuar siendo motor importante en el desarrollo de nuestro pueblo. Han pasado 25 años, ¡Cómo pasa el tiempo! Loor a nuestro Colegio en sus Bodas de Plata.

(*) Ex-alumno del Colegio Nacional Tabacundo

jueves, 19 de mayo de 1994

Desde mi orilla: ENFOCANDO

Por: José Nelson Mármol M.

Carta necesaria
Sr. Lic.
Amilcar Mantilla V.
PRESIDENTE DEL I. CONCEJO MUNICIPAL DE PEDRO MONCAYO
Presente.

Señor Presidente:
Lamento que mi trabajo periodístico publicado en Enfoque, edición de abril del año en curso, le haya molestado en sumo grado. Ciertamente no ha sido mi intención exacerbar sus ya alterados ánimos a la crítica a su gestión. Pues, en realidad, solo he pretendido compartir con los lectores de Enfoque varias inquietudes de la ciudadanía de nuestro pueblo. Creo -y soy un convencido de ello- que esa es la misión del periodista, tal como lo declara el código de ética periodística:"El periodista... está obligado a ser leal y consecuente con los principios y aspiraciones de su pueblo... No es ni puede ser neutral porque en la sociedad humana es imposible esa neutralidad como no sea para favorecer directa o indirectamente, intereses antipopulares", y en tal virtud yo no puedo -y en el caso de mi pueblo no debo- hacer lo contrario. Por ello, señor presidente, aunque mis apuntes en algún momento le molesten, cumpliré con mi cometido, y no serán ni las amenazas, ni los insultos los que acallen mi voz.

Si, por lo humano de nuestras acciones, mis artículos son equivocados, y usted documentadamente lo demuestra, no tengo porque no allanarme, pues además es mi deber rectificar. Pero el hecho de que, hasta el momento, no haya usted desmentido los apuntes hechos por mí en la edición de abril, a pesar de que furibunda y públicamente ha dicho (durante el programa de inauguración del campeonato de Liga Cantonal, el 17 de abril) que lo haría, me exime de aclarar o disculparme.

Lamento, nuevamente, que la crítica hecha a la administración municipal lo haya tomado usted como un inexistente afán de enfrentamiento personal; pues en ningún momento esa ha sido mi postura, por lo que espero que culmine esta estéril confrontación.

Por lo demás, continuaré recogiendo las preocupaciones de mi pueblo, y desde cualesquiera tribuna seguiré multiplicando la voz del pueblo que es voz de Dios.
Atentamente,
J.N.M.M.

Y ahora una buena noticia
El pasado 24 de mayo se suscribió un importantísimo convenio tripartito entre el Consejo Provincial, EMELNORTE, y Concejo municipal de Pedro Moncayo, por un monto de 650 millones de sucres, para electrificar varias comunidades campesinas de nuestro cantón. Una demostración que no todo es malo.

Obras son amores
La Fundación Cochasquí cada vez más se va ganando el justo reconocimiento de un pueblo que empieza a beneficiarse de su gestión. Ya no solo están al servicio la botica popular y la consulta médica, ni el centro de acopio y comercialización de los productos agropecuarios o la alternativa crediticia que ofrece para iniciar pequeñas empresas o para dinamizar la actividad productiva. Ahora también está ofreciendo cursos y seminarios de capacitación, puntal indispensable para fomentar el desarrollo humano y comunitario, tan necesario en nuestro medio. Felicitaciones.

Que no desmaye el empeño
El pasado 21 de mayo se reorganizó la cooperativa de vivienda Tabacundo Moderno, que agrupa a 155 socios. En asamblea general se nombraron a los nuevos vocales de los consejos de administración y vigilancia, y luego se nombró como presidente de la institución al señor Hugo Mantilla, y gerente al señor Juan Jaramillo. Los nuevos directivos tienen el empeño de impulsar el desarrollo de la cooperativa y lograr, como primer objetivo, entregar a los socios las escrituras de sus lotes.

Fiesta en el barrio 5
La escuelita del barrio, la Pacífico Proaño, o la de los "palillos" como se la conocía, está de plácemes. Está celebrando sus bodas de oro. La alegría de este evento ha contagiado, como resulta lógico, a todos los samblaseños que a lo largo de muchas generaciones aprendieron -como lo hice también yo- sus primeras letras, y a querer a su pueblo natal, en esas recordadas aulas.Loor a nuestra escuelita que ahora quiere recuperar el prestigio que siempre lo tuvo.
Tabacundo, mayo, 1994

martes, 19 de abril de 1994

Desde mi orilla:ENFOCANDO

Por José Nelson Mármol M

Modernización y burocratización
Mientras el gobierno nacional se halla empeñado en reducir el "tamaño del Estado" a través de varios mecanismos como la supresión de partidas, y básicamente por medio de la compra de renuncias, en nuestro Concejo Municipal ocurre todo lo contrario. Desde que inició la actual administración comenzó también a engrosar la burocracia con gente que trabajó en la campaña del FADI, y según el titular del ayuntamiento hace falta más personal. ¿Será ciertamente necesario?
***
Nos preguntamos ¿no será solo una justificación para pagar, con el escaso presupuesto de nuestra municipalidad, una cuota política en favor de la gente del FADI? ¿Responde esto a la tan cacareada planificación que anunció la actual administración? ¿No será más oportuno optimizar el trabajo del personal existente y dar prioridad a los gastos de inversión antes que a los gastos corrientes?.
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La vanidad del poder
Un colega periodista que visitó hace algún tiempo nuestro terruño me preguntó que si era o no cierto, lo que le habían comentado, que al actual presidente del Concejo "se le habían subido los humos, y que ahora no cree en nadie". Preferí no responder a su inquietud, aunque en mis adentros coincidía en parte con tal apreciación; pues desde hace algún tiempo Amilcar parece haberse olvidado que un amigo no es aquel que solo lo alaba, sino el que hace crítica. Y para él, al parecer, he dejado de ser amigo, acaso por mi posición crítica a su gestión.
Un tiro por la culata
Hay un marcado descontento con la actual gestión municipal, es indudable, y yo mismo a ratos pienso que fue un error haber apoyado la candidatura del actual presidente. Ojalá un cambio de actitud reviva la esperanza que habíamos puesto al elegirlo. Pues la UCCOPEM, organización campesina que también lo apoyó, hizo sentir su inconformidad con la actual administración. A finales de marzo hubo una manifestación de la UCCOPEM en reclamo al incumplimiento de los ofrecimientos hechos durante la campaña.
En campaña ¿todo vale...?
Es posible que la manifestación de la UCCOPEM haya sido promovida -más que como una actitud de reclamo a la desatención municipal-con intenciones políticas, en favor de las listas 17 del socialismo, partido con el que está identificada la organización campesina. De ser así, sería criticable y no lo apoyamos. Pero igual de repudiable resultaría la actitud -de ser cierto, por supuesto- del presidente del Concejo quien, según me contaron, habría intencionalmente retrasado los trabajos de electrificación en varias comunidades campesinas con la finalidad de condicionar la continuación del trabajo a que los beneficiados apoyen a los candidatos del FADI.

Un llamado necesario
Las municipalidades de Quito y Guayaquil, mediante ordenanzas dictadas, reglamentaron la campaña electoral en defensa del ornato de sus respectivas ciudades. Acá si no es posible imitar el ejemplo es urgente invocar de los candidatos y sus partidos que se respeten al menos los murales que fueron pintados por artistas nuestros y que son expresión de nuestra cultura.
Gasto injustificable
Con preocupación hemos observado que desde hace varios años nuestros dos únicos parques, el central y el de San Blas, se han transformado en verdaderos potreros. Aunque sé que hay la intención de remodelar el parque central, hace pensar que el ornato nada le importa a la actual administración; pues para muchos resulta incomprensible, inclusive, el apresuramiento en gastar varias decenas de millones en un nuevo parque en un relleno de una quebrada, y también resulta criticable el que se haya decidido sacrificar el parque infantil para cederlo para que un club deportivo construya su sede social. ¿Es que los niños no importan nada?
Tabacundo, abril, 1994

sábado, 19 de febrero de 1994

Desde mi orilla:ENFOCANDO

Por José Nelson Mármol M

Elecciones
Nuevamente regresamos al tráfago de la campaña electoral. Otra vez a escuchar la retórica de los ofrecimientos. La carrera política que inició el pasado primero de enero con la convocatoria a elecciones continuó con la inscripción de candidaturas que se cerró el 31 del mismo mes. Todos los partidos políticos han procurado candidatizar a sus mejores nombres, no necesariamente a sus mejores hombres, que es lo que necesita este sufrido país.

Buen partido
Carloulio saltó también a la arena política. Indudablemente ese sí es un buen nombre, pero sobre todo un gran hombre. De ganar en los próximos comicios, ganaría nuestro pueblo; él sería una luz en el Concejo Municipal. Los "curunchos" se hicieron de un buen partido.

Mal partido
Sin embargo creo que mi gran amigo se hizo de un mal partido, pues el partido de Don Dahik, más conocido como "terrorista económico", tendrá que cargar con el peso del desgobierno que cada día más está matando de hambre al pueblo ecuatoriano, y eso lo puede perjudicar.

Buena suerte
Al momento en que escribo esta columna no he logrado conocer todos los nombres de los candidatos que aspirarán llegar a nuestro desapercibido Concejo Cantonal, empero sé que también otro colega periodista, Oswaldo Mantilla, nuestro director de Enfoque, a más de Carloulio, buscará un cupo en el Concejo. Aunque las tendencias político-ideológicas que mantienen los dos compañeros difieren de las mías, Oswaldo y Carloulio cuentan con mi respaldo. Ojalá los dos triunfen.

Diferencias
Con Carloulio nos une no solo el hecho de haber compartido las aulas universitarias y el trabajo periodístico que cumplimos en nuestra Tierra, sino además una recia amistad que comenzó cuando terminaba nuestra adolescencia. Recuerdo hoy que desde siempre con Carloulio tuvimos marcadas diferencias políticas que no fueron, sin embargo, óbice para que la amistad se mantenga, y los dos hemos realizado un trabajo que siempre estuvo signado por el común deseo de buscar el progreso de nuestro Cantón, y en eso Carloulio no claudicará, estoy seguro. Su presencia es necesaria en el Concejo.

Aviso clasificado
El Concejo Municipal de Pedro Moncayo comunica a los clubes deportivos que no cuenten todavía con sede social a que seleccionen un sitio para ese fin en el parque central. Pues una vez que así se comenzó con el parque infantil se ha considerado que bien se puede continuar con los parques existentes. En su reposición se continuarán construyendo otros parques en los rellenos de las quebradas cercanas al casco urbano.

Mal sin remedio
Definitivamente alguna maldición gitana nos castiga. Cuando las celestiales aguas nos llegan en abundancia, automáticamente nos quedamos sin el líquido elemento en el sistema de agua potable, al igual que cuando entramos al verano. En verano o en invierno el agua se nos va.

El costo del progreso
Que nuestro pueblo está progresando, nadie lo duda. Las empresas productoras de flores se convirtieron en una solución a la falta de fuentes de trabajo. Hoy no solo nuestra gente trabaja en las plantaciones sino muchísima gente foránea. Pero paralelamente con el desarrollo se ha incrementado la inseguridad social. Hoy el crimen, el robo y el asalto están conmoviendo nuestra antes san franciscana convivencia.

S.O.S. a la Tabacundo-Cajas
Indudablemente que otro factor del desarrollo de nuestro terruño ha sido la terminación de la carretera Tabacundo Cajas. Lamentablemente esta vía se va destruyendo. La débil capa esfáltica que la recubre ha sufrido el natural desgaste del pesado tráfico que soporta y de las inclemencias del temporal. Ojalá nuestras autoridades municipales se hayan percatado de este problema y soliciten del Ministerio de Obras Públicas la reparación urgente y necesaria.

domingo, 19 de diciembre de 1993

QUEMEMOS AL AÑO VIEJO


Por : José Nelson Mármol M.

Casi sin darnos cuenta, el año se termina ya.
A veces nos preguntamos cómo puede ser posible, si no hace mucho que estábamos dándole a las chabajadas, correteando por aquí y por allá y cobrando los diezmitos; y hasta parece que recién nomás bailábamos alegres y compartíamos las emociones de los toros de nuestras fiestas septembrinas, y ahora... ¡ el año se acaba!.
Sí, señor... es así. El tiempo sigue raudo sin que lo podamos detener. Cada minuto, cada día, mes o año, marcha ajeno a nuestros haceres y propósitos, y por ello muchas veces perdemos el control -solo por así decir a este despiste que, de alguna manera, nos afecta a todos-, pues bien sabido es que no hay manera de controlar el tiempo. Lo que sí es posible es aprovecharlo. Es por esto que cada segundo de nuestra vida, cada instante debemos emplearlo en cosas buenas y empeñarnos en dejar una huella positiva en este tránsito a través del tiempo.

El año se acaba, y siempre que un año más termina se nos viene, generalmente, por evaluar lo positivo y negativo que hemos hecho en esta macro-unidad de tiempo.

Empero, la rapidez o el inmediatismo con que vivimos nos obliga a que la evaluación no la hagamos cada día. Todo lo dejamos para el último, y claro, la acumulación de eventos realizados o por realizarse nos impide apreciar en su justa medida todo lo que habíamos planificado y lo que se ha logrado ejecutar.

Sin embargo es preciso que hagamos un muy sincero balance de todo cuanto nos ha deparado este año de 1993, con la perspectiva de enmendar todo aquello que así lo requiera o reafirmar los propósitos bien encaminados y que estén avanzando con paso firme.

Toda evaluación, por supuesto, corresponde hacerla tanto a nivel personal y comunitario; la primera solo interesará a nuestro yo interno, pero la segunda reviste gran importancia a nivel comunitario, cantonal y nacional. Bien vale la pena entonces que intentemos unas muy breves consideraciones:
Todo lo malo que haya pasado en este 1993 y lo negativo que hayan hecho nuestros gobernantes debemos quemarlo en este "año viejo". A nivel de gobierno central, claro está, casi todo ha marchado de mal en peor. Definitivamente el gobierno no ha dado pie con bola, los problemas para nuestro sufrido pueblo se han agudizado. Nadie puede negarlo. Cada día hay más pobreza y los apetitos privatizadores del gran poder parecen querer devorar con todo lo que pertenece a todos los ecuatorianos. Hasta el momento no se ha logrado encontrar la fórmula para poner freno; por tanto, a estas alturas, solo nos corresponderá, aunque de manera simbólica, quemar con el año viejo esta impopular política gubernamental del Nuevo Rumbo.

Y de modo particular, en nuestro pueblo, tenemos también mucho que quemar. La desatención y falsos ofrecimientos a nuestras comunidades en que ha caído la actual Administración municipal; la traición -por decir de algún modo- a la confianza que depositamos en las urnas en quienes nos representan hoy en el cabildo local y, por otro lado, el quemeimportismo que parece sigue caracterizando a nuestro pueblo, debemos definitivamente, quemarlo en este "año viejo", y abrigar la esperanza, aunque remota, de que las cosas cambien para bien en 1994. Pues cada "año nuevo" la arraigada costumbre nos llevará, otra vez, a que formulemos los mejores deseos para nosotros mismos, para nuestros amigos y, por supuesto, para nuestro pueblo. Que 1994 venga cargado de esperanza, pero que entreguemos también parte de nuestro esfuerzo y trabajo para ir labrando un futuro de bienestar para Tabacundo y el cantón.
Tabacundo, diciembre 1993